Medicina del sueño
La medicina del sueño es considerada una especialidad médica que estudia y trata los trastornos del sueño, los estados de somnolencia o vigilia excesiva del ser humano.
Todos, en algún momento de nuestra vida hemos escuchado y dicho que dormir es importante, sin embargo, muchas veces no prestamos la debida importancia a este hecho. Nuestra rutina diaria, responsabilidades y obligaciones, en la mayoría de los casos, hacen que coloquemos esta actividad de última en nuestra la larga lista de prioridades.
¿Por qué es importante la medicina del sueño y dormir…bien?
Existe una gran diferencia entre dormir y dormir bien. El sueño es una función fundamental y básica que permite que tu cuerpo y tu mente se recarguen, dejándote fresco y alerta al momento de despertar.
Dormir bien ayuda al cuerpo a mantenerse saludable y previene cientos de enfermedades. A mayor estado de somnolencia, menor la funcionalidad de tu cerebro en tu día a día. Esto conlleva a que tu capacidad de concentración se vea comprometida. Además, tus pensamientos tenderán a ser confusos y definitivamente afectará el procesamiento de recuerdos a corto y largo plazo.
Como mencionamos anteriormente, es larga la lista de quehaceres durante el día, más aún en estos tiempos de afán
Desde los horarios de trabajo, hijos, tareas, labores del hogar, malos hábitos alimenticios, hasta un ambiente inadecuado en nuestra habitación. Estos detalles parecen mínimos, pero que se convierten en factores estresantes que nos mantienen en somnolencia o vigilia excesiva, impidiendo dormir lo suficiente y de forma correcta.


Medicina del sueño: Lo que sucede cada vez que nos dormimos
El cuerpo humano fue diseñado para hacer sincronía con el ambiente que nos rodea, cada función básica del ser humano es esencial. Debido a ello es vital saber cómo funciona para entender su proceso y, sobre todo, respetar el mismo.
¿Sabías que todos tenemos una especie de reloj biológico interno que regula nuestro ciclo de sueño? El cual internamente controla y es el que le dice a tu cuerpo: Vaya ¡Qué cansado estás! Tal vez sea hora de irte a la cama o ¡Ya es de día! A levantarse con mucha energía.
A eso le llamamos ciclo sueño-vigilia
Dentro de nuestro preciado cerebro existe un área o región especial, llena de células nerviosas, la cual conocemos como hipotálamo. En el interior de esta pequeña región, aún hay más células, llamadas núcleo supraquiasmático, estas son las responsables de procesar las señales cuando estamos en presencia de luz natural o artificial. Estas señales básicamente le dicen al cerebro cuando es de día y cuando es de noche.
Este relojito opera en un ciclo de 24 horas y lleva por nombre, ritmo circadiano
Funciona de la siguiente manera: Después de despertar de tu sueño e iniciar con tus actividades regulares, a lo largo del día, te irás sintiendo más cansado, estos sentimientos alcanzarán su punto durante la noche, antes de acostarte.
Al salir el sol, tu cuerpo empezará a liberar la hormona cortisol, responsable de darte energía y mantenerte en estado alerta. A medida que la luz natural desaparece, el cuerpo automáticamente empezará a segregar melatonina, gracias a ella, irás sintiendo un estado de somnolencia, a medida que caiga la noche.
Conociendo las etapas del sueño
En medicina del sueño existen las etapas del sueño ¿Alguna vez has oído sobre ellas? Una vez que nos dormimos, nuestro cuerpo sigue un ciclo de sueño dividido en cuatro etapas. Las primeras tres etapas se conocen como sueño con movimiento ocular no rápido (NREM) y la etapa final se conoce como sueño con movimiento ocular rápido (REM), ambas por sus siglas en inglés. Todas estas etapas son estudiadas en la medicina del sueño.
Se representa un hipnograma normal, en el cual se muestra en la línea inferior el horario en el cual estuvo dormido el paciente, a la izquierda las fases de sueño, siendo de arriba hacia abajo VIGILIA, REM, N1, N2, N3.

Acá iniciamos la transición entre la vigilia y el sueño, y consiste en un sueño ligero. Nuestros músculos se relajan, la frecuencia cardíaca, la respiración y los movimientos oculares comienzan a disminuir. De igual forma sucede con las ondas cerebrales, que son más activas cuando estás despierto. Esta etapa suele durar varios minutos.

En esta segunda etapa NREM ya nos encontramos en un sueño más profundo. Nuestra frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria continúan disminuyendo y los músculos se relajan aún más. Los movimientos oculares cesan y la temperatura del cuerpo también va disminuyendo.
A excepción de algunos breves momentos de actividad eléctrica de alta frecuencia, las ondas cerebrales también permanecen lentas. Esta etapa normalmente es la más larga de las cuatro.

Esta etapa es la responsable de que, al despertar al día siguiente, te sientas renovado y activo. Nuestros latidos, respiración y la actividad de las ondas cerebrales alcanzan sus niveles más bajos y los músculos están tan relajados como deben. Esta etapa será más larga al principio y disminuirá a lo largo de la noche.

Esta etapa ocurre aproximadamente 90 minutos después de que te duermes. Si hemos visto a un ser querido en esta etapa de sueño, notaremos un rápido movimiento de los ojos bajo los párpados.
Aumenta la frecuencia respiratoria y cardíaca, y de igual forma la presión arterial. Acá es donde típicamente ocurren los sueños. Tenemos brazos y piernas paralizadas. A medida que avance la noche aumentará la duración de cada ciclo de sueño REM.
Existen numerosos estudios, en medicina del sueño, que relacionan la etapa REM con la consolidación de la memoria, el proceso de convertir las experiencias aprendidas recientemente en recuerdos a largo plazo. La duración de la etapa REM disminuirá a medida que envejeces, lo que hará que pases más tiempo en las etapas NREM.
Dicho lo anterior, cabe destacar que estas cuatro etapas se repetirán cíclicamente a lo largo de la noche hasta que te despiertes. La duración de cada ciclo dura aproximadamente entre los 90 y 120 minutos. También se dice que el sueño NREM constituye el 75% – 80% de cada ciclo.
¿Cuánto es dormir suficiente?
Siempre hemos escuchado de nuestro doctor y especialistas en medicina del sueño, que un adulto promedio, necesita al menos siete horas de sueño cada noche. Dicho promedio de horas de descanso permite mantener tus funciones cognitivas y conductuales en niveles óptimos durante el período de vigilia. Una cantidad insuficiente de sueño conduce a la somnolencia que puede tener graves desenlaces.
En medicina del sueño hay estudios que muestran signos de vulnerabilidad en lapsos de atención, cognición reducida, severos cambios de humor, lentitud frente a las reacciones, producto de la falta de sueño y la somnolencia. Aunado a esto, las personas pueden desarrollar una especie de tolerancia a la privación crónica del sueño.
A pesar de que sus cerebros y cuerpos luchan con el estado de somnolencia por la falta de sueño, es posible que no se den cuenta de sus propias deficiencias, porque dormir menos, les parece normal.
Además, la falta de sueño y la somnolencia se han relacionado con un mayor riesgo a ciertas enfermedades, tales como:
- Obesidad
- Presión arterial elevada
- Diabetes
- Enfermedades del corazón
- Salud mental deteriorada
- Derrames cerebrales
- Muerte prematura
Conoce a través de esta tabla las horas de sueño recomendable para adultos, jóvenes, niños y ancianos.



Medicina del sueño: Algunos consejos para dormir bien
- Reconoce que tu hora de sueño es importante para tu salud y que es necesario tu compromiso para llevarla a cabo.
- Seamos honestos y realistas. Determinemos una hora de dormir de forma fija y cumplamos con ella, incluso durante los fines de semana.
- Haz de tu habitación tu templo de descanso. Cada detalle cuenta, sábanas, almohadas, cojines, aromas, ampolletas de baja intensidad.
- ¡Prohibidas las pantallas! Que lo último que vean tus ojos antes de cerrarlos sean pantallas de televisores, computadoras y tabletas, teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos.
- No tomes café, alcohol o comas demasiado antes de acostarte.
- Evita el consumo de tabaco en cualquier momento del día o de la noche.
- Inicia una rutina de ejercicios durante tu estado de vigilia, esto ayudará a que te relajes por las noches antes de dormir.
- Realiza algunos ejercicios de meditación guiada y respiración cuando ya estés en la comodidad de tu cama.
Una dieta saludable y hábitos de vida positivos, normalmente ayudan a asegurar una cantidad adecuada de sueño cada noche, pero para algunos, ciertos síntomas, que creemos comunes, pudieran ser el primer signo de un trastorno.


¿Sabías que actualmente en medicina del sueño existen alrededor de 100 trastornos del sueño?
En medicina del sueño, definimos un trastorno del sueño como ciertas condiciones que afectan la calidad, el tiempo o la duración del sueño. Esto conduce a comprometer la capacidad de una persona para funcionar correctamente mientras está despierta o en ciclo de vigilia.
Estos trastornos pueden contribuir a otros problemas médicos y algunos también pueden ser síntomas de problemas de salud mental aún no diagnosticados.
A finales de los años 70, la Asociación Estadounidense de Trastornos del Sueño publicó el primer sistema de clasificación de trastornos del sueño. Durante estas últimas 4 décadas los conocimientos y la compresión de la salud o medicina del sueño han evolucionado exponencialmente.
Se han identificado más de 100 trastornos específicos del sueño y actualmente se clasifican en función a diversas causas, síntomas, efectos fisiológicos y psicológicos, entre otros.
Sin embargo, hoy día, la mayoría de los trastornos del sueño se pueden caracterizar por uno o más de cuatro signos específicos.


¡Alerta! Si presentas alguno de ellos
- Problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido.
- Somnolencia o dificultad para mantenerte en estado de vigilia durante el día.
- Desequilibrios en tu ritmo circadiano que interfieren con un horario de sueño saludable.
- Si eres propenso a comportamientos inusuales que interrumpen tu sueño.
Cada uno de ellos puede dar pie a diferentes patologías, pero que pueden ser tratadas a través de la medicina del sueño. Te invito a que las conozcas todas y si tienes alguna inquietud, no dudes en contactarme.