El Movimiento periódico de las extremidades (MPES) o también conocido como PLMS, por sus siglas en inglés, es como su nombre lo indica, el movimiento inconsciente de brazos, piernas o ambos durante el sueño. Es un trastorno más frecuente en personas de edad avanzada y su causa se desconoce.
Aproximadamente el 28.6% de la población adultos entre 35 y 75 años sufre de esta condición. La duración de estos movimientos puede ser de 5 segundos pero puede darse cada 20 a 40 segundos. Como se dijo anteriormente, aunque su causa se desconoce, existen factores que influyen en su presencia como: un estilo de vida sedentario, la obesidad o el tabaquismo.
También, el trastorno de movimiento periódico de las extremidades suele darse en personas que sufran de narcolepsia o algún trastorno del sueño REM; que es el período del sueño con movimientos oculares rápidos. Los movimientos aparecen en cualquiera de las fases de sueño, sin embargo ocurren principalmente en etapas de sueño No REM N1 y N2.
Movimiento periódico de extremidades en el sueño MPES
Movimiento periódico de extremidades (MPES) y SPI - Caso clínico Hannah

El MPES se asocia con el síndrome de piernas inquietas
Según los expertos, el 80% de las personas que sufren de síndrome de las piernas inquietas, padece también trastorno de movimientos de las extremidades. Los especialistas consideran que esto se debe a que el sistema nervioso sufre cambios bruscos que pueden contribuir al padecimiento de esta enfermedad.
Por lo tanto, ambas condiciones son mucho más probables en personas con las siguientes características:

Sufren de anemia

Durante el Embarazo

Dejar de tomar ciertos medicamentos

Consumo de cafeína, alcohol o antidepresivos

Personas que padezcan un trastorno renal o hepático

Diabetes

Personas con algún trastorno neurológico como el Parkinson
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¿Qué síntomas presenta una persona con MPES?
La mayor consecuencia de sufrir de este trastorno es la interrupción del sueño, que tiene efectos considerables en el organismo. Por lo tanto, es muy importante tener en cuenta los síntomas que se pueden presentar:
A diferencia de quienes padece de síndrome de piernas inquietas, las personas que padecen de MPES, suelen sufrir movimientos de piernas o brazos, incluso ambos, en periodos de hasta 40 segundos. Sin ser conscientes de estos movimientos, pueden presentar un mal descanso, producto de despertarse varias veces durante la noche o sentirse con cansancio o somnolencia durante el día. Cabe resaltar que pese a estos movimientos, los pacientes con este trastorno no presentan ninguna sensación anormal en las extremidades.

Ten en cuenta que: usualmente los movimientos comienzan en el dedo gordo del pie o en el tobillo.
Por su parte, los afectados con síndrome de piernas inquietas, si tienen sensaciones desagradables, algunas veces con mucho dolor. Los pacientes las describen como calambres intensos con ardor u hormigueo, también pueden llegar a sentir especie de un tirón. Debido a ello, caminar, moverse o realizar ejercicios de estiramiento proporcionan alivio.
Pese a esto, los médicos consideran que los movimientos de las extremidades son normales, por lo que es posible que se produzcan durante el sueño aunque no se sufra de este síndrome, especialmente en personas de edad avanzada.

MPES: Cómo se diagnostica
El movimiento periódico de extremidades es normalmente diagnosticado a través de una prueba de polisomnografía. Algunas veces, también acuden a una electromiografía para registrar la actividad eléctrica del paciente. Estas pruebas se ejecutan durante la noche, preferiblemente en una ‘unidad de sueño’.
Con ellas, se conocerá la actividad cerebral, la respiración, la actividad muscular y los movimientos oculares del paciente. Es más, los médicos pueden conocer si una persona sufre de este trastorno si sufre de: insomnio, somnolencia excesiva durante el día o sacudidas durante el sueño o antes de acostarse.
Importante saber que de ser diagnosticado cualquier trastorno de sueño, se debe realizar un análisis de sangre y de orina con el fin de detectar otros trastornos que contribuyan a ello. Como por ejemplo: anemia, carencia de hierro, trastornos renales o hepáticos, entre otros.
Tratamiento del MPES
Para tratar el síndrome de MPES, los especialistas recomiendan cambiar los hábitos alimenticios. Evitar el consumo de cafeína por ejemplo, debido a que empeora los síntomas ante cualquier trastorno de sueño. Y el tratamiento primario, por su parte, consiste en consumir complementos de hierro, si la persona tiene carencia.
A su vez, existen medicamentos que son recomendados para tratar este trastorno.
Medicamentos para el Parkinson:
Debido a que imitan las acciones de la dopamina en el cuerpo, sustancia que se encarga de transmitir mensajes de las neuronas a otras células. Tiene como efecto intensificar las señales nerviosas hacia los músculos. Sin embargo, en algunas personas estos fármacos empeoran los síntomas, por eso es aconsejable acudir a un especialista que lo recete.

Anticonvulsivos:
Más que nada utilizado para evitar el dolor en personas que sufren de síndrome de piernas inquietas.

Otro tratamiento, son los ejercicios en el hogar para activar la relajación. Además la actividad física moderada es muy recomendada.
Por qué es más común en adultos mayores
Las personas con edad avanzada son más propensas a sufrir de estos trastornos por varios factores como:

El estilo de vida o condiciones de salud que perjudiquen el ciclo de sueño-vigilia

El envejecimiento causa que el cuerpo produzca menos melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño

Fumar y beber alcohol puede afectar considerablemente los patrones de sueño de esta población

Ciertos medicamentos pueden hacer más difícil la conciliación del sueño y producir trastornos como el MPES

Existe mucha probabilidad que los adultos mayores tengan problemas para acostarse y por ende conciliar el sueño de manera correcta
El MPES puede confundirse con apnea obstructiva del sueño
La apnea del sueño puede confundirse con el trastorno de movimiento periódico de las extremidades. Esto debido a que los síntomas como: somnolencia excesiva, cansancio extremo, entre otros, se presentan en ambas condiciones pero como los movimientos de extremidades no son percibidos por el paciente, es muy fácil que en su lugar se diagnostique apnea.
Cómo diferenciarlos
En la apnea obstructiva del sueño, los músculos de la garganta se relajan de manera intermitente y bloquean las vías respiratorias durante el sueño. Uno de las características más notables son los ronquidos.
Sus síntomas incluyen además:

Dolor de cabeza por las mañanas

Dificultad para concentrarse

Cambios de humor o irritabilidad

Sudoración nocturna

Presión arterial alta

Episodios de pausas en la respiración durante el sueño

Y hasta disminución de la libido
Lee también: ¿Qué es la APNEA de sueño y cómo se cura?
Referencias:
- David P., Blanco M., Pedemonte M., Velluti R., Tufik S. Medicina del sueño. Mediterráneo. 2012
- Harvard health publications. Harvard Medical School. Como mejorar el sueño una guía práctica para el buen dormir.
- Aguilar Andújar, María., Díaz Román, Mónica., Gaig, Carles, García-Borreguero, Diego., García de Gurtubay Galligo, Iñaki., Gomez Siurana, Enriqueta. S. GRUPO DE TRASTORNOS DE LA CONDUCTA Y DEL MOVIMIENTO DURANTE EL SUEÑO. SOCIEDAD ESPAÑOLA DE SUEÑO (SES)
- Epidemiología de los Trastornos del Sueño Dr. Enzo Rivera Torres. Pontificia Universidad Católica de Chile. Escuela de Medicina. Facultad de Medicina.
- Kerkhof, G.A. Epidemiology of sleep and sleep disorders in The Netherlands. Sleep Medicine 2017; 30: 229-239.