Cómo curar el sonambulismo en niños
El sonambulismo es mucho más frecuente en niños que en adultos y aunque es un padecimiento considerado benigno, tiene consecuencias por accidentes derivados al trastorno. Mayormente lo padecen los niños entre 4 y 6 años de edad y según los expertos es más propenso en varones que en hembras. Pero ¿cómo curar el sonambulismo en niños?

Esta patología se cura sola, según los expertos, desaparece por sí solo con la edad, pero se pueden tener en cuenta ciertos aspectos para minimizar sus efectos. En primer lugar es necesario saber cómo actúa un niño que sufre de este trastorno.
Entre los síntomas más característicos están:
- Levantarse de la cama, incluso con los ojos abiertos. Puede caminar y hacer alguna actividad como ir al baño, encender la televisión o acomodar las sabanas. Es muy común que al siguiente día no recuerden nada.
- Un sonámbulo no responde a estímulos verbales.
- Aunque parecen estar despiertos, tampoco escuchan pero pueden dejarse guiar de vuelta a la cama. Se debe tener en cuenta que despertarlo no causa ninguna lesión pero puede llegar a asustarlo, es por ello, que mientras se pueda evitar, mejor.
- Agitado o estresado. Estas conductas lo pueden llegar a hacer actividades más arriesgadas. Ante eso, es bueno contar con medidas de seguridad.
A partir de ello, aunque no se puede evitar el padecimiento de sonambulismo en niños, hay medidas que ayudan a reducir sus síntomas.
Hay que acudir al médico en casos donde:
- Sean incontrolables los episodios de sonambulismo.
- Si se observan cambios en la conducta del niño como agresividad, cansancio extremo, irritabilidad, cambios de humor, etc.
- Para investigar si el padecimiento es motivado a antecedentes familiares.
Cabe destacar que en la mayoría de los casos, el sonambulismo se puede curar, tratando los despertares del paciente y ayudando a la regulación de los hábitos de sueño del niño.
Los expertos recomiendan que se tenga en cuenta cuál es el horario habitual en el que se presenta el episodio, para aplicar esta técnica. Consiste en producir micro despertares, alrededor de 10 minutos antes en que se produzca esta “parasomnia”.


¿Cómo prevenirlo?
- Adaptarse a una buena higiene de sueño: evitar ruidos en la habitación que distraigan al niño y le interrumpan su ciclo de sueño. Reducir los estímulos de luz antes de acostarse; artefactos tecnológicos.
- No consumir agua o líquido antes de ir a dormir debido a que la vejiga llena puede favorecer el sonambulismo.
- Estar atentos a migrañas u otras afecciones que puedan derivar al padecimiento de sonambulismo.
- Mantener al niño relajado antes de irse a dormir. Puede recomendarse algún ejercicio o terapia de relajación.
- Procurar que sus siestas durante el día, sean breves.
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