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Posted by: Contenido Dra Carmen Chacón Comments: 0

Siesta bajo el sol: ¿Qué pasa cuando duermes bajo el sol?

Se tiene el pensamiento de que las prolongadas siestas bajo el sol son beneficiosas y relajantes, pero ¿realmente lo son?. El sol nos surte de vitamina D cuando nos exponemos entre 10 y 15 minutos a él, pero ¿qué pasa cuando ese tiempo se prolonga o no se realiza dentro del horario adecuado? Conozcamos mucho más sobre la exposición solar y sus consecuencias  para el sueño

Beneficios del sol

Hablemos primero sobre lo positivo que puede llegar a ser el sol para nuestro cuerpo: 

1. Te fortalece

La piel cuando entra en contacto con los rayos del sol, sintetiza la vitamina D, la cual ayuda a la fijación del calcio y permite el fortalecimiento de tus huesos y dientes. Además, se ve beneficiado el sistema inmunológico. Asimismo, el sol provoca que los leucocitos se multipliquen. 

2. Mejora tu salud cardiovascular 

Algunos estudios indican que las personas que viven en sitios soleados tienden a sufrir menos enfermedades cardiovasculares. Cuando tomas el sol, los vasos sanguíneos se dilatan y esto provoca que el colesterol y la presión arterial mejoren notoriamente 

3. Levanta tu ánimo 

Además, se ha comprobado que los países con mejor clima son menos propensos a padecer depresiones. Uno de los factores esenciales en este fenómeno es que el sol tiene muchos efectos positivos en la salud mental. Ya que se produce una segregación de serotonina y endorfinas que son sustancias asociadas a la felicidad y el bienestar, en este caso actúan como antidepresivos.

4. Ayuda a dormir mejor 

Es importante mencionar que el sol favorece enormemente el descanso. Después de un día expuesto al sol, resulta más fácil la conciliación del sueño. 

Por una parte, cuando te expones a los rayos de luz, muchas veces, se eleva tu actividad física, y, por lo tanto, se gasta más energía por el cansancio. Pero la razón principal de los efectos del ciclo solar en el organismo es que el sol se encarga de regular el reloj biológico interno, el sueño y la vigilia.

Los rayos UV motivan la segregación de cortisol, hormona que se encarga de regular los ciclos de sueño, junto con la melatonina. Con la luz solar, el cortisol aumenta y activa el cuerpo. Por la noche, el cortisol desciende y al unirse al cansancio acumulado de todo el día, permite que te relajes y duermas profundamente. 

El horario que más nos favorece para tomar el sol y que funcione este proceso del que estamos hablando es el del atardecer, que es la luz roja del sol. Sin embargo, no es recomendable hacer siesta a esta hora, ya que está muy cerca con el horario de sueño nocturno y podría afectarlo, dificultando la conciliación del sueño nocturno por la disminución de adenosina que causa la siesta en nuestro cerebro.

Siesta bajo el sol: ¿Qué pasa cuando duermes bajo el sol?
Siesta bajo el sol: ¿Qué pasa cuando duermes bajo el sol?

Entonces, ¿podría ser beneficiosa una siesta bajo el sol?

Definitivamente no, por muchas razones, pero en principio porque una siesta debería durar según la NASA unos 27 minutos exactos entre el mediodía y las 3 de la tarde para que sea renovadora y beneficiosa. 

27 minutos de exposición solar directa podría causar: 

1. Quemaduras solares: 

Uno de los efectos más frecuentes de estar bajo el sol son las quemaduras, cuando las mismas son leves pueden causar enrojecimiento de la piel (eritema), sensibilidad y descamación de la piel. Este tipo de quemaduras afectan las primeras capas de la piel y se curan a los pocos días luego del desagradable ardor y la interrupción del descanso nocturno por la incomodidad. 

Asimismo, cuando la exposición solar dura más de 27 minutos, pueden producirse daños en las capas profundas de la piel, llegando incluso hasta la dermis. Pueden acompañarse de ampollas, edemas, dolor y será recomendable visitar al médico.

2. Envejecimiento de la piel 

La repetitiva exposición al sol podría causar envejecimiento de nuestra piel, ya que los rayos ultravioleta causan daños en las fibras de elastina, haciendo que la piel se vuelva cada vez más flácida y frágil. Las personas jóvenes tienen mayor capacidad de regeneración de estas fibras, pero este efecto se acentúa con la edad.

3. Golpe de calor

El golpe de calor se puede llegar a producir porque el cuerpo no es capaz de mantener una baja temperatura. Normalmente, regulamos la temperatura de nuestro cuerpo con la sudoración , proceso en el cual expulsamos agua, que al evaporarse nos enfría. Dormir bajo el calor, no es beneficioso, incluso puede causarnos dolores de cabeza, pulso acelerado, mareos, náuseas y debilidad. Si alguna vez te sientes así, busca inmediatamente la sombra, toma asiento y bebe suficiente agua.

4. Insolación

La insolación es otra consecuencia de la exposición solar y se produce al no tratar adecuadamente el golpe de calor, presenta síntomas mucho más complicados como las convulsiones, vómitos, fiebres e incluso comas o la muerte.

¿Cómo hacer la siesta en verano?

 Mientras más nos acercamos al verano, más agresivo es el sol con nuestra piel. Y aunque existan grandes beneficios para la salud, una exposición solar muy prolongada a ciertas horas del día, puede ser muy perjudicial. Lo ideal es que tomemos el sol entre las 6 y las 10 de la mañana, o luego entre las 4 y las 7 de la tarde, al menos 15 minutos diarios y 3 veces por semana, esto con la idea de captar los rayos de sol que nuestro cuerpo necesita, siempre usando protección solar. 

Evitemos las siestas bajo el sol, para poder controlar las consecuencias negativas que las mismas pueden traer para nuestro sueño. Establece las rutinas diarias que te permitan disfrutar de la luz solar para aumentar tu bienestar, fortalecer el organismo y especialmente tener un correcto ciclo de sueño. 

Si quieres asesoría profesional, ¡contáctame!. Te ayudaré a conseguir rutinas de sueño de calidad y a nutrirte de información para lograr un descanso profundo, venciendo el insomnio.